Placeres
Me gusta descubrir
lo que no ve
una vista simple, pero está
dentro de algo de otra naturaleza,
en reposo, escindido.
Plumas de vidrio, ocultas
en la pulpa blanca: las espinas de calamar
que arranco y dejo
en el colador cuchillada a cuchillada—
Afiladas por la velocidad como para traspasar
un corazón, pero frágiles, la materia
desmintiendo el diseño
Oh una fruta, el mamey
envuelto en la piel áspera y marrón, la carne
rosa-ámbar y el carozo:
el carozo, una gema de madera tallada y
pulida, de color nuez, con la forma
de una castaña de Pará, aunque más grande,
tan grande como para llenar
la palma hambrienta de una mano.
Me gusta el tallo jugoso que crece
por la hoja más basta,
y el resplandor amarillo manteca
de la copa ceñida donde la campaña
se abre fría y azul en una mañana calurosa.